Dotado de una estética profundamente religiosa, inmerso en una búsqueda afanosa e interminable de lo sagrado, Luis Alberto Hernández continúa en una eterna y profunda búsqueda, un viaje interminable.

La obra de José Caldas produce un fuerte impacto cromático. Son colores primarios, puros, que sirven de vehículo para liberar toda la visión del artista. El resultado son unos paisajes muy propios de nuestros pueblos y ciudades, escenas interiores que se complementan con ese paisaje coloquial. 

Von Dangel interviene con pasión y agudeza los grabados de Goya para mostrarnos la fuerza y el apasionamiento con la que ve la lucha y el engaño, como brota del toro toda su fuerza bruta y el deseo de sobrevivir, y sin embargo, no logra imponerse y termina inevitablemente por sucumbir.