El director de la Fundación Museos Nacionales asegura que la institución ha tenido en sus ocho años de creada aciertos y desaciertos. 'Estamos viviendo una etapa de transformación', manifiesta. 'Muchas críticas a los museos son realizadas sin siquiera tener la motivación de visitarlos (...) Allí se trabaja con mística y compromiso', indicó Edgar González / Manuel Sardá

María A. Castillo B.

Museólogo, curador y diseñador gráfico, Edgar González tiene como prioridad la inclusión en las artes. El director del Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez ha sido uno de los defensores de la Fundación Museos Nacionales, institución que preside desde el 25 de noviembre. “La fundación es un órgano rector del diseño de políticas museísticas. Las figuras que existían antes ciertamente otorgaban mucha autonomía, pero no había interrelación en la producción de proyectos para elevar el nivel de las instituciones. Ahora estamos viviendo una etapa de transformación en el mundo cultural y la visión del ministro Fidel Barbarito se orienta a la oxigenación de esos espacios que necesitan ver a esta Venezuela que se está construyendo, en la que la cultura es un elemento motivador y mediador para lograr que nuestros públicos puedan sentir que les pertenece”.

—Una de las críticas a la Fundación Museos Nacionales se relaciona con la pérdida de autonomía en la programación y el presupuesto…
—Se han hablado muchas cosas. Creo que las experiencias que se han vivido en los últimos años nos han dado herramientas para comprender hacia dónde deben orientarse las gestiones. En este momento hay que releer la figura del museo venezolano.

—¿En qué consiste esa relectura?
—Este es un nuevo capítulo de la gestión museística del país. Estamos escribiendo la historia de la museología con aciertos y desaciertos. Se han creado muy buenas acciones como el programa de formación en estudios museológicos que ofrece Unearte, dirigido a los trabajadores de la fundación. Tenemos que ser claros: hay una deficiencia en cuanto a la especialización en esa área. Y es uno de los puntos que vamos a visualizar en nuestro diseño de gestión.

—Del presupuesto 2014 para cultura, a la fundación le corresponden 140,5 millones de bolívares. ¿Cree que es suficiente? ¿Qué proyectos van a impulsar?
—Tenemos el plan operativo anual, que incluye actividades específicas y proyectos. De ahí salen esos números. Sin embargo, hay otras vías de las que surgen recursos para desarrollar más acciones. Hay programas que tienen su presupuesto específico como el Plan Nacional de Investigación y Sensibilización para las Artes dirigido a los niños, las niñas y los jóvenes, con el que se va a reforzar la relación de los museos con la comunidad. Hemos tenido un incremento sustancial en las visitas a las instituciones, pero queremos seguir porque son lugares de transformación social. Cada actividad artística representa un alimento espiritual. Llevar esa felicidad a la vivencia se refuerza con estos planes.

—¿Cómo evalúa los ocho años de la institución?
—Podría hablar de un proceso de consolidación. Existen momentos en los que el cambio debe irse engranando. En los últimos tres años la fundación ha tenido un boom de actividades que ha arrojado buenos indicadores en los estudios de público. A partir de esas experiencias, algunas positivas y otras negativas, hemos visto que la institución debe madurar.

—¿Cuáles son las fallas que existen?
—La consolidación de nuestros espacios, el diseño de políticas claras en cuanto a lo que plantea ser la fundación y cómo vamos a abarcar el territorio nacional. Hay algunas deudas, pero veamos las cosas positivas también: el aumento del público y de las actividades. Algunas han sido criticadas, mal vistas. Queremos buscar un nivel en el que los perfiles de nuestras instituciones sean mucho más claros, que la programación sea más orquestada, que los equipos y las colecciones tengan espacio de desarrollo y que la investigación forme parte de nuestra gestión. Porque el museo es un cuerpo vivo. Siempre se ha mitificado esa estructura, pero realmente quienes están dentro son los que dan vida a la institución. Esta gestión que me corresponde liderar tiene líneas claras apoyadas por el ministro Fidel Ernesto Barbarito y por la plataforma a la que estamos adscritos, la de Patrimonio y Memoria.

—La visión de la fundación habla de organizaciones populares y consejos comunales para la formulación y control de planes orientados a la construcción de una sociedad socialista… ¿Hay un norte ideológico?
—Todas las instituciones tienen relación con el plan maestro de la nación. Yo creo que hay que desprenderse un poco de toda esa carga que se le ha venido anexando al proceso venezolano. Debemos ser un poco más conscientes de lo que se está viviendo y dar un voto de confianza. Muchas de esas críticas a los museos son realizadas sin siquiera tener la motivación de visitarlos. Pero aquellos que sí suelen ir han visto que se trabaja con mística y compromiso. Invitamos a todos los venezolanos a que lo hagan. Son dos momentos muy importantes que hay que reconocer: lo que se vivió durante la cuarta república y lo que vivimos en la actualidad.

—En el período 2010-2011 se registró una una crisis en los museos por traslados de obras, descuido de infraestructuras y quejas de Sintramuseos por deudas salariales. ¿Qué estabilidad ofrece su gestión?
—El problema de la estabilidad ya está resuelto. El sindicato está integrado a la visión de la institución. A los trabajadores se les han reconocido todos sus beneficios salariales y han recibido la formación, que era un aspecto que no se había tratado y que no vino de parte de ellos, sino de la fundación. Hay una voluntad desde el ministerio para avanzar.

—¿Cuál es el papel que desempeñan los museos en los procesos políticos y sociales?
—Los museos son un medio de fortalecimiento, de transformación, de sensibilización hacia las artes. Forman parte de unas políticas claras que ha establecido el Ministerio de Cultura. Se ha logrado una visión más amplia. Hay un acercamiento al público. La fundación tiene que verse como un gran equipo.

Gestión
El nivel de la colección

Creada en 2005, la Fundación Museos Nacionales está integrada por la Galería de Arte Nacional, el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de Bellas Artes, el Museo de Ciencias, el Museo Alejandro Otero, el Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Druz-Diez, el Museo Arturo Michelena, el Museo de Arte Popular, el de Museo de Arquitectura, el de Museo de Fotografía, el Museo de Ciencia y Tecnología, el Museo de Coro y el Museo de Calabozo.

Antes de Edgar González, Teresa Zottola, Francisco Sesto, Zuleiva Vivas y Vivian Rivas presidieron la fundación, que el próximo año tendrá su sede en la GAN.

La institución ha tenido detractores en aspectos como el de las colecciones de arte. González afirma que actualmente cuentan con más de 25.000 piezas y que, además, existe un presupuesto para que la labor del comité de adquisiciones y donaciones no se detenga. “No te puedo dar cifras, pero son significativas y las adquisiciones van a continuar para que la colección tenga nivel”, asegura.